Dentro de ese pasado turbulento que viví antes de llegar a Tlacotalpan, se encuentra el recuerdo de una relación clara, que fue empañada por las circunstancias que algún día, reconoceré públicamente…
He aprendido que el noviazgo es una condición transitoria ya que por lo general, termina en matrimonio o en ruptura…y como a la fuerza, ‘ni los calcetines entran’, basta la voluntad de una de las partes, para que el compromiso se acabe.
Por otro lado, las amistades sentimentales o como muchos dicen, “amigos cariñosos”, plantean uno de los mayores
problemas que enfrentan los chavos de ambos sexos, en la actualidad. Con frecuencia experimentan frustración, desánimo y
depresión en relación con este importante aspecto de sus vidas… algunas personas se sienten culpables debido a su participación en actividades sexuales y otras sufren
depresión, porque no tienen con quien establecer una
amistad sentimental duradera.
Yo creo que para tener una amistad sentimental exitosa, debe existir mucha comunicación, pero tampoco digo que sea muy fácil, que una pareja que interactúa sinceramente, experimente
conflictos… pero esos conflictos pueden utilizarse para producir efectos positivos en la relación, ya que son los
medios por los que se pueden resolver las diferencias y así tendrán la oportunidad de conocer mejor sus necesidades mutuas.
Aunque nos cueste trabajo admitirlo, esos conflictos, con frecuencia indican las necesidades de un mayor
desarrollo de ciertos aspectos de
la personalidad.
En una secuencia lógica,
el amor y las actividades románticas deberían venir después del
desarrollo de la amistad, porque ese período que transcurre entre la amistad sentimental y el compromiso oficial, es el que inicia el noviazgo.
Para mí, el noviazgo es la relación honesta que existe entre dos personas, con el propósito de conocerse mejor… aunque a veces sucede lo contrario, pues en esta etapa, difícilmente se advierten los defectos de cada uno; así como las diferencias de pensamientos … es muy importante que estas diferencias se tomen en serio...e
l amor puede suavizar muchas asperezas, pero no se puede esperar que llene heridas profundas… así de difícil es.
Me contaba mi madre, que a un sabio le preguntaron: “¿Qué es mejor, casarse o vivir solo?”…y él contestó: “Cualquiera de las dos cosas que hagas, te vas a arrepentir”.
Yo…prefiero la primera, aunque tengo que trabajar en olvidar lo pasado.